Los típicos errores que cometemos al conservar el pan en casa.

Conservar el pan en casa es una práctica cotidiana, pero eso no quiere decir que este proceso esté libre de errores. Por eso es necesario conocerlos para poder evitarlos.

Usar bolsas de plástico para conservar panes crujientes

Las bolsas de plástico son la peor opción para conservar un pan crujiente, puesto que estas son de un material impermeable que genera humedad, lo que hace que el pan la absorba, perdiendo la dureza de la costra y la textura crujiente.

Consejo: Recurra a las bolsas de algodón para el almacenamiento de los panes crujientes.

Guardar el pan de molde como si fuera uno de barra

El pan blando, ya sea de molde, tipo Viena o uno para hamburguesa, se secará antes si lo guardamos en una bolsa de tela debido a que esta no retendrá tanto la humedad.

Consejo: Utilice una bolsa plástica que lo conservará perfectamente, puesto que lo ayuda a mantener la humedad, manteniéndolo tierno, evitando que se seque. No obstante, es vital no confiarnos y dejarlo mucho tiempo guardado, puesto que al conservarse bien la humedad puede llegar a aparecer moho.

Congelar el pan sin protegerlo

Congelar el pan es un buen recurso de conservación siempre que se respete la regla de “conservar bien su humedad con un buen envoltorio que lo aísle del aire”.

Consejo: Existen varias opciones: puede cubrir el pan con papel de aluminio y meterlo en una bolsa de plástico o usar solo una bolsa de plástico o acudir a un recipiente hermético. Igualmente, se recomienda trocearlo para facilitar el uso de la cantidad necesaria y también anotar la fecha en que se ha puesto a refrigerar el pan para así consumirlo ordenadamente.

Un elemento que siempre hay que tener en cuenta es que el pan descongelado no debe volverse a congelar.

Usar el microondas o microwave

El microwave se limita a calentar el pan y reblandecerlo, por lo que hay que consumirlo en el momento, porque de lo contrario rápidamente volverá a endurecerse.

Consejo: Use la tostadora u el horno para disfrutar del pan que ha congelado, ya que en el caso de los panes crujientes es muy probable que pueda recuperar la textura crujiente.

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